jueves, 16 de enero de 2014



A media luz, y con la piel totalmente a la vista, un hombre me preguntó una vez ¿qué se siente ser mujer? Pensaba en un ser casi divino, como las queridas de los cuentos de Poe y también en envases de erotismo y malicia como las "Putas asesinas" de Bolaño. Todavía sigo pensando en la respuesta que pueda abarcar todo lo que eso significa, hasta ahora no la encuentro.

Sigo pensando mientras observo maravillada una sesión de fotos eróticas del siglo XIX. Es un deleite especial... son cuerpos reales, de mujeres reales. Me siento mucho más cómoda mirando este tipo de siluetas (quizás se familiarizan más con mi cuerpo) que mirando las que ahora nos presentan: cuerpos casi andrógenos, bellos sí, pero casi andrógenos. Este es el arte de la vieja escuela.

Maravilla de fotografías...


















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