Lo que aparenta ser normal ante nuestros ojos, se convierte en una mitología cuando dejamos de lado el sentido común y ampliamos nuestra percepción.Cada sociedad construye sus propios signos, de esta formación, nace la realidad en la que vivimos.

La autenticidad del ser humano desaparece y nace un ente cuyo anhelo es encajar dentro de los paradigmas sociales; lo más fácil es ir con la corriente que ir contra esta. El entorno en el que vivimos nos llena de mitos y estereotipos. Nuestra cultura de raices grecolatinas, mantiene varios parámetros impuestos en la antigüedad por los griegos y los romanos. Los más evidentes son: la creencia y el culto a dioses, la sociedad patriarcal y la “perfecta belleza”.
Este tercero es el que más presión ejerce sobre las personas. Casi y nacemos con un concepto de belleza ya formado, sobre todo las mujeres, en quienes más se recarga la presión social en todo aspecto: académico, profesional, familiar, amoroso, sexual, entre otros.
Existe mucha presión social en cuanto a la figura femenina, en siglos pasados, el cuerpo de la mujer era considerado y visto como un símbolo de fuerza, productividad y fertilidad. Tiempo después, el cuerpo de la mujer se convirtió en la gran inspiración del arte en todas sus expresiones.
Ahora el cuerpo de la mujer se limita a ser un arma indestructible para la publicidad. Este giro repentino se dio en los años 30 con el aparecimiento de las chicas Pin-up. Hoy en día, pasamos de una mujer de los años 30, con caderas, senos y piernas, a la modelo talla 2 de la pasarela de parís, obedeciendo a los estereotipos de belleza de moda.
La mayoría de mujeres no se negaría a cambiar algo en su cuerpo para “mejorarlo”, lo que no nos damos cuenta es que estamos siendo susceptibles y estamos cediendo a los parámetros de “belleza” que la sociedad nos presenta. Pero esto no se queda así, es la misma sociedad la que marca "soluciones"; dietas, máquinas de ejercicio, cremas y pomadas milagrosas, píldoras, cirugía plástica, entre otras.
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Susan Sontag |
Incluso, los medios de comunicación juegan un papel fundamental en la creación de códigos sociales, conducen a las masas y generan opinión pública. Más allá del mensaje es tiempo de pensar ¿cómo las mujeres nos vemos representadas en los medios? ¿qué tipo de mujeres (creadas por el medio) nos presentan como modelos a seguir?
Cito a Susan Sontag cuando dice “No está mal ser bella; lo que está mal es la obligación de serlo”.
Cito a Susan Sontag cuando dice “No está mal ser bella; lo que está mal es la obligación de serlo”.
La latina quiera la delgadez de la europea, la europea la nariz de la asiática, la asiática los ojos de la latina y el círculo vicioso de inconformidad jamás se cierre. Esta dependencia a los moldes y el afán de encajar en la moda, hace que lamentablemente las mujeres continuemos manteniendo estos paradigmas en nuestra mente, así, dejamos que la sociedad no solo condicione nuestras vidas, sino que le damos la potestad de que lo haga también con nuestros cuerpos.
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