miércoles, 28 de febrero de 2018

Recuerdos de Polonia

I


En Varsovia, una muchacha hablaba así:

si quieres acariciarme, yo no me opondría

si quieres besarme, te lo permitiría

te permitiría que me desnudes los senos.

Pero debes saber que a papá lo fusilaron los alemanes

y a un hermano mío lo quemaron en los hornos.



Si quieres acariciarme, yo no me opondría

pero debes saber que todos estos muertos aúllan en mí

y yo toda, toda soy de cenizas.

Bésame, pero que no te sepa amarga.


II



En Cracovia, una muchacha hablaba así:

si quieres puedes abrazarme

si quieres puedes acariciarme los senos

pero no me compres nunca abalorios.

Tenía trece años cuando los alemanes

ahorcaron a mamá, de un árbol en la calle.



Si quieres podemos atravesar nadando el Vístula

pero no me digas que tengo el cuello blanco y bello

y no me compres nunca abalorios.


-Geo Bozga



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