miércoles, 20 de junio de 2018

A las parcas


Concededme, vosotras que podéis, solo un verano más,
solo un otoño en los que pueda madurar mi canto
y así mi corazón, obediente, entregado a su labor
colmado de una música que de calma y vigor a mis sentidos,
aceptará gozoso al fin, morir.
Ni infernal ni divina fue mi alma
pero un fuego sagrado arde en mi corazón;
si lograse dejar ese fuego encendido por siempre en un poema,
no habría de importarme callar eternamente,
se habría cumplido en mí, el destino imbatible de los dioses
y ya no temería a la muerte.

- Hölderlin


Versión: Juan Peña

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