miércoles, 22 de septiembre de 2021

Sonata


Otra vez el tiempo te ha traído

al cerco de mis sueños funerales.

Tu piel, cierta humedad salina,

tus ojos asombrados de otros días,

con tu voz han venido, con tu pelo.

El tiempo, muchacha, que trabaja

como loba que entierra a sus cachorros

como óxido en las armas de caza,

como alga en la quilla del navío,

como lengua que lame la sal de los dormidos,

como el aire que sube de las minas,

cono tren en la noche de las páramos.

De su opaco trabajo nos nutrimos

como pan de cristiano o rancia carne

que enjuta la fiebre de los ghettos

a la sombra del tiempo, amiga mía,

un agua mansa de acequia me devuelve

lo que guardo de ti para ayudarme

a llegar hasta el fin de cada día.


- Álvaro Mutis 

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